Madrid, castizo

 

Este cartel propone una reinterpretación contemporánea y elegante de la tradicional Fiesta de San Isidro, conectando con la estética castiza de Madrid a través de una imagen potente, sofisticada y simbólicamente rica. La figura femenina en primer plano, con una mirada directa y envolvente, encarna a la chulapa moderna: segura, icónica y universal. Acompañada de un gato negro, símbolo madrileño por excelencia, la composición introduce un lenguaje visual estilizado que mezcla identidad local con sensibilidad gráfica actual.

El uso del color es fundamental para construir el tono visual del cartel. El fondo oscuro permite que los blancos rotos, los rojos y los verdes suaves de la figura resalten con fuerza, mientras que las rosas granates del fondo texturizan el espacio con un ritmo visual que remite directamente a los mantones de Manila y a la iconografía floral de la festividad. Esta elección cromática genera contraste, elegancia y profundidad sin sobrecargar la imagen.

La composición está cuidadosamente equilibrada: la figura de la mujer ocupa el lado derecho, generando una diagonal dinámica desde la esquina superior hasta la inferior con el gato como ancla visual. A la izquierda, el texto se organiza con jerarquía clara y recursos tipográficos que mezclan tradición y modernidad. Cada apartado (zarzuela, distinciones, accesibilidad) se acompaña de un icono específico, diseñado para este cartel, que aporta coherencia gráfica y funcionalidad comunicativa.

En conjunto, esta propuesta destaca por su capacidad de condensar símbolos, la chulapa, el clavel, el gato, la rosa, la zarzuela, y reconvertirlos en una narrativa visual contemporánea. A través de una iconografía limpia y una estética editorial refinada, el cartel celebra la identidad de Madrid sin recurrir a clichés, apostando por una visión estilizada, inclusiva y visualmente poderosa de la fiesta más emblemática de la ciudad.

 
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