Juegos de mesa
El diseñador gráfico en los juegos de mesa no se limita a “decorar” el producto: es una figura clave para la jugabilidad, comprensión y disfrute del juego. Su trabajo traduce las mecánicas en una experiencia visual clara, atractiva y funcional. Desde la jerarquía en las cartas hasta el diseño del tablero, cada decisión gráfica influye directamente en cómo los jugadores entienden las reglas, toman decisiones y se sumergen en el universo del juego.
El estratega visual actúa como un puente entre la idea abstracta del juego y su versión física. Define cómo se distribuye la información, qué elementos destacan primero, cómo se codifican colores, iconos o formas, y cómo se guía la atención del jugador de manera natural. Un buen diseño no solo embellece, sino que reduce la curva de aprendizaje, evita errores de interpretación y potencia la fluidez de las partidas.
Además, el diseño gráfico construye identidad y narrativa. A través del estilo visual se refuerza el tema del juego, se genera atmósfera y se crea una coherencia estética que hace que el producto sea memorable. En muchos casos, es el propio diseño el que determina la diferenciación comercial frente a otros títulos, siendo decisivo en la experiencia emocional y sensorial del jugador.
En resumen, el diseñador gráfico en un juego de mesa es un arquitecto de la experiencia lúdica. Su trabajo no es un añadido superficial, sino un componente estructural sin el cual el juego pierde claridad, inmersión y calidad. Diseñar para jugar es diseñar para sentir, decidir y conectar. A continuación, algunos diseños propios.